Externalizar la administración de las propiedades evita al propietario la relación directa con el arrendatario y todo lo que ello implica, cobranza, resolución de problemas, avisos de término o cambios de valor del contrato, etc., como también pago de contribuciones, declaraciones tributarias, ahorrándole tiempo y en algunos casos situaciones engorrosas.
En segundo lugar, estos servicios permiten la realización de contratos de arriendo que protegen a ambas partes, gestionan los trámites necesarios y entregan asesoría experta en caso de inconvenientes.
Ya puedes quitar el factor “miedo” a la ecuación. Administra tu propiedad sin sobresaltos. Con arrendatarios confiables y evaluados, realizamos la cobranza mensual del arriendo, inspecciones del estado del inmueble y el control de pago de los servicios durante el período de arriendo, entre otros.
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